Una carta es una especie de escrito, que sirve de medio de comunicación, entre dos personas, quien la envía que recibe el nombre de emisor o remitente y el otro que la recibe y es denominado receptor o destinatario.
Además del emisor y el receptor, la carta cuenta con otros elementos como lo son la dirección del destinatario y la del remitente. El contenido de la carta varía dependiendo del estilo y la función, que tenga la misma. Dentro de los estilos de cartas, existe una gran variedad, a continuación describiremos de forma concisa algunos de los estilos.
Formal
Este tipo de cartas, son las correspondencias referidas al ámbito profesional, laboral, institucional, entre otros, las cuales van dirigidas a personas con las que el emisor no tiene confianza. El tipo de lenguaje que se emplea es formal. En realidad, requiere la educación es la base de este tipo de carta, ya que se deben seleccionar las palabras adecuadas que no generen conflicto en ninguna de las partes.
Coloquial o informal
Este estilo corresponde a las cartas que van dirigidas a la familia o amigos. Y el tipo de lenguaje utilizado es coloquial. Entre el emisor y el destinatario existe una relación de confianza.
Familiar
Son cartas con características similares al informal, con la diferencia que estas son exclusivamente para la familia.
Hay otros estilos de carta que describiremos brevemente a continuación.
Estilo Bloque extremo
Este estilo se caracteriza por ser uno de los más sencillos, que requiere menor tiempo y esfuerzo. Sus líneas parten del margen izquierdo, es decir, no requiere de tabulaciones, por lo cual no resulta muy artístico. La escritura se hará a espacio sencillo y entre párrafos se debe dejar dos espacios verticales.
Estilo Bloque estándar
Este es el estilo que más se utiliza. Este se diferencia del anterior en que las líneas de la fecha, de la parte final, la cual requiere de cortesía y de la firma van dispuesta en el extremo derecho de la carta. La fecha, puede ser colocada en el centro o terminar en el extremo derecho. En lo que se refiere a la despedida y la firma, ambas van dispuestas en forma de bloque en el centro de la carta. En el caso de líneas muy largas, estas se deben comenzar a escribir cinco espacios hacia la izquierda del centro del papel. Y el texto se escribe a espacio sencillo entre líneas.
Estilo Semibloque
Cabe destacar que, este estilo resulta muy atractivo, razón por la cual se ha convertido en uno de los más empleados a nivel comercial. Se diferencia del estilo bloque, en que los párrafos en el texto que va en la carta requieren de sangría. Esta puede ser de 5 o 10 espacios, lo cual va a depender del gusto del emisor. En el caso de que sea muy corto el contenido de la carta, este puede ser escrito a espacio doble. Aquí no solo debe estar tabulada la fecha, sino además el asunto y el nombre del remitente, así como el texto y la despedida.
Estilo Sangrado
Se diferencia del estilo anterior, en que con cada una de las líneas de la dirección, exceptuando la primera, se debe hacer uso de la sangría. Las líneas en las cuales se va a utilizar de sangría, se comienzan a escribir 5 espacios después del punto en donde se inicia la línea anterior.
Además de las características que acabamos de describir, que posee cada estilo también se debe tener en cuenta al momento de escribir una carta: una buena redacción, el orden y la limpieza. También el mensaje debe ser escrito de manera tal que el destinatario pueda entender claramente el contenido de la misiva.
En cuanto a la redacción, esta no debe ser rígida, sino más bien breve y clara, pero a su vez gozar de una excelente presentación visual, lo cual se consigue con el uso del tabulado, ya que este hace una correcta distribución del contenido de la carta.
Aunque en la actualidad, las cartas han sido desplazadas un poco por lo emails, estos también tienen sus normas y estilos. Además aún existen muchos lugares donde sobre todo las cartas de tipo formal se hacen necesarias, por lo que debemos saber cuál es el estilo que más nos conviene al momento de escribir una.
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