La Crianza es uno de los factores más importantes y relevantes en el desarrollo del ser humano como tal, ya que representa un bastión fundamental regido de normas conductuales, enseñanzas de honradez y principios básicos arraigados a nuestra forma de ser, lo cuales con el tiempo, estructuraran los pilares principales que sustentarán nuestra personalidad.
Los padres son los primeros maestros que conocemos en la vida, los cuales están encargados de tratar de sembrar en su hijos las buenas costumbres a través de una crianza adecuada, aunque es bien sabido los recurrentes errores que estos cometen en tal difícil tarea, situación que en muchas ocasiones acarrea un comportamiento inadecuado en su adolescencia y hasta en su propia adultez.
Crianza Positiva
Representa el estilo de crianza más equilibrado de todos, donde el afecto y el cariño propio de los padres se conectan a los hijos a través de una serie de enseñanzas enriquecedoras del alma sin la necesidad absoluta de maltrato alguno, formando un ser humano honesto, independiente y autónomo capaz de afrontar la vida sin ninguna decadencia.
Crianza Autoritaria
En este estilo de crianza los maltratos y castigos forman parte del día a día, y los padres asumen una actitud totalmente cerrada hacia las principales necesidades de los hijos, acostumbrándose a tratar de controlar todos los aspectos relacionados con él y su entorno. Se ha comprobado científicamente que esta crianza crea un gran sentimiento de temor e inseguridad en los menores.
Crianza Negligente
En la actualidad existen numerosos casos de padres que interponen sus problemas personales ante que los de sus hijos, cayendo lamentablemente en un estilo de crianza negligente e irresponsable donde el niño tiende a sentirse solo y desatendido ante la falta de calidez y atención de sus progenitores, tendiendo a desarrollar una actitud hostil y agresiva en el futuro.
Crianza Permisiva
Otro de los errores que comúnmente cometen los padres a la hora de educar a sus hijos, es adoptar un estilo permisivo o confiado, ya que en el mismo, los hijos tienden a desarrollar una actitud irresponsable y despreocupada en la vida ante la falta de límites o normas que los rijan en algunos aspectos de su crecimiento.
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